La Fundación Emmanuel, nace el 10 de enero de 1967 con el nombre de “Fundación para el Desarrollo” -en palabras de su fundador el Cardenal Silva Henríquez- como una institución en la cual los laicos, puedan participar activamente en la acción social de la Iglesia, con el propósito de contribuir al desarrollo de zonas abandonadas del país. Animados por el espíritu renovador que impulsó el Concilio Vaticano II, un grupo de ellos acogió esa invitación y dio vida a esta institución adaptando con inteligencia, premura y creatividad el pensamiento social de la Iglesia a las condiciones de Chile.
Ha contribuido a superar las desfavorables condiciones de vida a las que se ven enfrentados muchos compatriotas, a pesar de los niveles de desarrollo alcanzado, a través del financiamiento de programas sociales. Buscando por medio de esas iniciativas fortalecer a quienes enfrentados a tales situaciones puedan avanzar por sí mismos a una vida digna y mejor.
Responder creativamente a las necesidades más apremiantes de aquellos seres humanos que viven en situaciones de pobreza es el propósito que anima a los laicos que integraron en el pasado e integran hoy la institución.
Al igual que el Buen Samaritano que acoge al caído a la vera del camino pagando con prontitud los cuidados encomendados al Posadero, con recursos que se multiplican con responsabilidad, como en la parábola de los talentos, para entregar los bienes obtenidos a sus legítimos propietarios y mandantes, las personas más vulnerables de nuestra sociedad. Esperamos seguir haciéndolo.